El respeto empieza por casa

El actual desdén que muestra la gran mayoría de coleccionistas por las miniaturas de producción nacional, podría condenar a la desaparición o al olvido a muchas piezas interesantes y únicas en el mundo de los autos a escala 

Cisterna promocional de Shell, escala 1/50 aprox, Hude (Perú)

En la década de los sesenta, en Italia, aparecieron una serie de camiones-cisterna Fiat 690 T1, escala 1/50, de plástico, fabricados por Moplas (Milán); te los regalaban cada vez que ibas a una estación de servicio a llenar combustible, y había uno con la decoración de cada empresa importante presente en el territorio: Shell, Gulf, Esso, Esso Calor, Total, Aral, B.P, Amoco (Standart Oil) y Fina. Gran ausente, Agip, la empresa nacional italiana de energía e hidrocarburos, que debió aparecer con su marca estrella de combustible «Supercortemaggiore», pero la miniatura nunca llegó a producirse.

Algunas variantes de la cisterna Fiat de Moplas

Algunas variantes de la cisterna Fiat 690 T1 de Moplas (Italia)  Quellidellapolistil

Gran parte de estas miniaturas de plástico, baratas, simples, en inicio carentes de cualquier valor coleccionístico, fueron maltratadas y desechadas. Más de cuarenta años después de sus creación, volvieron a aparecer en las páginas de un importante catálogo de miniaturas italianas publicado por el famoso coleccionista (también italiano) Paolo Rampini.

Desde entonces, los precios se dispararon, y los pocos ejemplares hoy existentes, se cotizan, sin caja, por encima de los doscientos euros. Con caja, hablamos de cuatrocientos euros para arriba. La conservación de estas piezas está garantizada.

Cisterna Fiat 690 T1 «Amoco» (Standard Oil), escala 1/50, Moplas Quellidellapolistil

El caso de las cisternas Fiat de Moplas es similar al de muchas otras piezas europeas y estadounidenses, que gracias al interés y al esfuerzo de ciertos coleccionistas, que con verdadera pasión y cariño por la historia de las miniaturas de sus propios países, las investigaron y preservaron, logrando hacer que éstas fueran conocidas y apreciadas por el mundo, obteniendo para ellas, además, una gran revalorización.

Dos ejemplares del Auburn Speedster fabricados en los años 40 en Perú por SIAM Amgmodels

A nivel latinoamericano, la investigación de la industria del autito a escala es casi nula. Los únicos casos en que se ha logrado una reconstrucción relativamente seria de la historia de las miniaturas nacionales, se encuentran en Argentina y en México. En el primero, la investigación se ha dado gracias a la buena tradición coleccionística que existe en el país, y también gracias a la gran pasión automovilística, que se reflejó en una florida producción de miniaturas entre los años treinta y ochenta del novecientos (la más importante en Sudamérica). En el caso mexicano, las investigaciones se han dado de forma más reciente, gracias al creciente interés del mercado europeo y estadounidense por las miniaturas de ese país, donde se produjeron los McGregor (variantes de los Politoys italianos), y los Hotwheels de Aurimat y Cipsa.

Peeping Bomb, escala 1/64, Cipsa-Hotwheels (México) Patricktoys

Volvo PV544, escala 1/43, Metalurgica Quilpué (Chile) Hobbytalk

Sin embargo, son los únicos casos, a pesar de que también hubo una producción importante de miniaturas en otros países de la región:

  • Brazil: Estrela, Roly Toys, Resinta, Mirim, Brinquedos Rei (variantes de Schuco), Juê (Moldes Tekno), Kiko (variantes de Corgi), Brosol (variantes de Solido), Ibrima (variantes de Matchbox), etc.
  • Perú: Basa, Hude, Jet, Trioplast, Toledo, Siam (producidos a partir de moldes Tootsie Toys), etc.
  • Colombia: Juguetes Navidad, Promel Toys, Chico toys (producidos en parte con moldes Tekno), etc.
  • Chile: Dinky Toys y Solido (ensamblados en Arica ), Metalurgica Quilpué (producidos a partir de moldes Tekno), etc.
  • Venezuela: Rotoplast (variantes de Hotwheels), Lokytoys (Matchbox de la serie «Parásitos»), etc.

Una nutrida industria de miniaturas, que sin llegar a ser tan variada como la europea o estadounidense, ha logrado producir piezas de gran belleza, muchas veces variantes hermosas, además de piezas originales y únicas, y también de gran valor histórico, pues son testimonio de épocas, cambios importantes en la sociedad, industria y economía de cada país.

Cisterna Scania Vabis L111 «Petrobras», escala 1/50, Juê (Brazil) Brinquedosraros

Si las cisternas de Moplas que mencionábamos como ejemplo al inicio hubiesen seguido siendo desdeñadas por los italianos, sólo por haber sido juguetes baratos, jamás hubiésemos llegado a saber de ellas. Se habrían perdido para siempre, en ese limbo en que se pierden injustamente muchas cosas que tienen una preciosa carga de historia que contarnos. Es hora de que los coleccionistas de esta parte del globo comencemos a valorar, investigar y difundir, creando para la posteridad un registro de lo que nuestros países produjeron. Cada miniatura es un pedazo de historia, y está en nuestras manos valorarla y no dejar que se pierda para siempre.