El compromiso con las miniaturas.

Subirse al mundo de las réplicas a escala es iniciar un viaje que lleva más allá de lo que podría sospecharse…

Una vez iniciada la marcha, por el camino encontramos que estas miniaturas son cápsulas cargadas de historia. Así, de pronto, un autito se convierte en la excusa para contar la vida de un coleccionista, para analizar cómo cambiaron los gustos y costumbres de nuestra sociedad, o para constatar cómo ha evolucionado la ciencia, la técnica, la tecnología o la economía.

Pocos lo dirían, pero una miniatura de los años cuarenta puede sumergirnos, si seguimos el rastro de sus inocentes neumáticos, al drama de la explotación cauchera de la selva sudamericana; de igual manera, una extraña decoración, el uso de colores fuertes o un cambio mínimo en el diseño de un carrito, puede revelarnos los aprietos económicos en que se encuentra una gigantesca industria multinacional.

Serán pequeñas, pero las miniaturas son mucho más que un juego de niños. Y nuestro compromiso es demostrarlo.

 

José Luis Ramos

Fundador de Diorama